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  • Immagine del redattoreMatilde Mazzocchi

El genio de Marie Curie

Aggiornamento: 25 mar 2020

Si quieres echar un vistazo a los manuscritos de Marie Curie, tendrás que firmar una renuncia y llevar puesto equipo de protección para protegerte de la contaminación radiactiva. Los restos de la señora Curie también están enterrados en un ataúd forrado de plomo, que mantiene la radiación, núcleo de sus estudios y probablemente la razón de su muerte, bien contenida.

Creciendo en Varsovia, en la Polonia ocupada por Rusia, la joven Marie, originalmente llamada Maria Skłodowska, era una estudiante brillante, pero se enfrentó a algunas barreras desafiantes. Como mujer, se le prohibió seguir estudios superiores, así que en un acto de desafío, Marie se matriculó en la Universidad Flotante, una institución secreta que proporcionaba educación clandestina a los jóvenes polacos.

Ahorrando dinero y trabajando como institutriz y tutora, finalmente fue capaz de mudarse a París para estudiar en la famosa Sorbona. Allí, Marie obtuvo un título de física y matemáticas sobreviviendo en gran parte con pan y té, y a veces desmayándose de inanición.

En París, Marie conoció al físico Pierre Curie, quien compartió su laboratorio y su corazón con ella. Pero ella anhelaba estar de vuelta en Polonia. A su regreso a Varsovia, sin embargo, encontró que la seguridad de una posición académica como una mujer seguía siendo un desafío. No todo estaba perdido. De vuelta en París, el enamorado Pierre estaba esperando, y la pareja se casó rápidamente y se convirtió en un formidable equipo científico.

El trabajo de otro físico despertó el interés de Marie Curie. En 1896, Henri Becquerel descubrió que el Uranio espontáneamente emitía una misteriosa radiación similar a los rayos X que podría interactuar con la película fotográfica. Curie pronto encontró que el elemento Torio emitía una radiación similar. Lo más importante, la fuerza de la radiación dependía únicamente de la cantidad del elemento, y no se vio afectada por cambios físicos o químicos. Esto la llevó a concluir que la radiación provenía de algo fundamental dentro de los átomos de cada elemento. La idea era radical y ayudó a refutar el modelo de larga data de los átomos como objetos indivisibles.

A continuación, centrándose en un mineral súper radiactivo llamado pechblenda, los Curie se dieron cuenta de que el Uranio por sí solo no podía estar creando toda la radiación. Entonces, ¿habían otros elementos radioactivos que podrían ser responsables? En 1898, informaron de dos elementos nuevos: Polonio, llamado así por la Polonia, país natal de Marie, y Radio, la palabra latina para rayo. También acuñaron el término radioactividad a lo largo del camino. En 1902, los Curies habían extraído una décima parte de un gramo de sal pura de cloruro de radio desde varias toneladas de pechblenda, una hazaña increíble en ese momento.

Ese mismo año, Pierre Curie y Henri Becquerel fueron nominados para el premio Nobel en física, pero Marie fue pasada por alto. Pierre tomó una posición en apoyo del bien merecido reconocimiento de su esposa. Y así los Curies y Becquerel compartieron el Premio Nobel de 1903, haciendo de Marie Curie la primera mujer ganadora del Premio Nobel.

Bien fundados y respetados, los Curies estaban en una buena racha. Pero la tragedia ocurrió en 1906 cuando Pierre fue aplastado por un carro tirado por caballos mientras cruzaba una intersección concurrida. Marie, devastada, se sumergió en sus estudios y tomó el puesto de profesor de Pierre en la Sorbona, convirtiéndose en la primera profesora de la escuela.


Su trabajo en solitario fue fructífero. En 1911, ganó otro Nobel, esta vez en química para su anterior descubrimiento de Radio y Polonio, y su extracción y análisis de Radio puro y sus compuestos. Esto la hizo la primera, y hasta esta fecha única, persona que ganó Premios Nobel en dos ciencias diferentes.


La profesora Curie puso sus descubrimientos a trabajar, cambiando el panorama de la investigación y los tratamientos médicos. Abrió unidades de radiología móviles durante la Primera Guerra Mundial, e investigó los efectos de la radiación en los tumores. Sin embargo, estos beneficios para la humanidad pueden haber llegado a un alto costo personal. Marie Curie falleció en 1934 de una enfermedad sanguínea a causa de su costante exposición a materiales radioactivos. Sus estudios revolucionarios sentaron las bases para nuestra comprensión de la física y la química, abriendo caminos en oncología, tecnología, medicina y física nuclear, por nombrar algunos.

Para bien o para mal, sus descubrimientos en radiación lanzaron una nueva era, desenterrando algunos de los mayores secretos de la ciencia.


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